Corsini interpreta a Blomberg y Maciel, de Mariano Llinás, obtuvo el segundo premio de la sección Tiempo de Historia y Mi última aventura, de Ramiro Sonzini y Ezequiel Salinas obtuvo la Espíga de Plata al mejor cortometraje en la 66ª edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid, que anunció sus premios el sábado 30.
La película Last Film Show, del director indio Pan Nalin, quien en la cinta relata la historia de un niño que se enamora de la gran pantalla, obtuvo la Espiga de Oro. La Espiga de Plata correspondió a Seis días corrientes, de la directora española Neus Ballús, un film que se trata de una ficción muy verdadera pero con «tintes de documental».
Corsini interpreta a Blomberg y Maciel se exhibió en estreno mundial en a SEMINCI. Se trata de una producción de El Pampero Cine, con guion de Mariano Llinás, Pablo Dacal y Agustín Mendilaharzu. La música es de Pablo Dacal.
El nuevo largometraje de Llinás aborda el culto al cantor criollo Ignacio Corsini, a partir de un grupo de personas que se junta en una vieja casa del barrio de San Telmo para volver a grabar un disco que conocen a la perfección (un LP aparecido en 1969, cuyo título fue tomado para darle nombre a la película). Detrás de esa empresa se adivina un héroe a reverenciar. Pero también, como una bruma, se adivinan los años de sangre de la vieja Buenos Aires, que insisten en hacerse presentes. En el centro de esa bruma, inaccesible y fantástico, la historia revisitada de Juan Manuel de Rosas, a partir de los versos del escritor histórico Héctor Pedro Blomberg y las melodías del negro Enrique Maciel, guitarrista de Corsini.
Mi última aventura es una producción de Punto de Fuga Cine., con guion y dirección de Ramiro Salinas y Ezequiel Sonzini y música de cuarteto (Chébere, Eduardo Gelfo y su Feliz Cuarteto Leo, Trulalá). Córdoba duerme o sueña que duerme tranquila. Pelu esta noche está despierto. Ya ha soñado demasiado tiempo cómo sería el momento en que todo empiece, que la suerte cambie. Gracias a su mejor amigo, el Jandro, intentará dar un golpe que cambie su destino, aunque en el camino deba afrontar sus propios rencores. Su última noche es una despedida en la que transita las calles y las canciones que los acompañaron toda la vida.