Quedó confirmada la lista de 36 cortometrajes seleccionados para competir en el Festival La Mujer y el Cine, que se llevará a cabo del 8 al 11 de abril, en forma virtual y gratuita para todo el país en la plataforma vivamoscultura.buenosaires.gob.ar.
En esta edición de la muestra habrá una Competencia de Cortos y una sección competitiva de Work in Progress. Además, fueron seleccionadas las películas que conformarán la sección Panorama, con estrenos de realizadoras concretados durante 2020.
Como lo viene haciendo desde hace más de 30 años, y a pesar de las limitaciones que impone la pandemia, La Mujer y el Cine sigue bregando por la promoción y el fortalecimiento de la presencia de las realizadoras en el universo de la expresión audiovisual, valorizando sus miradas y difundiendo sus obras. Este año, la dirección general del Festival estará a cargo de Annamaría Muchnik, presidenta de la Asociación La Mujer y el Cine.
Los cortometrajes en competencia son los siguientes:
Aborto legal ya de Eleonora Ghioldi
Akelarre de Mila Belén Gallo
Anahí de Aranza Sonderegger
Atravesar el proceso de Carla Sosa
Betta de Vera Fernández
Bon Odori de Florencia Iwabuti
Cuarto B de Paloma Coscia de Luque
Dos hermanas de Lola Álvarez
El chicle de Karina Grinstein
El nombre del hijo de Martina Matzkin
El peso del oxígeno de Susana Leunda
Ellas en el Cine de Ayelén Mufari, Luján Ailén Martínez y Martina Carignano
Ensayo 1. La máquina de Nina Seroto y Ayelén Castro
Instrucciones para Adela de Laura Huberman y Manuela Martínez
Justo de Paula Romero Levit
La débil mental de Paula Herrera Nóbile
La mirada invisibilizada de Mariana Hagopian
La playita de Sonia Bertotti
Las paredes se pintan con agua de Magalí Ayala
Mi placer de Magalí Belén Pérez Zannoner
Morriña de Angie Laviada
Muñecas de Lucía Palacio
Mutar la piel de Giuliana Nocelli
No es nada de Victoria Mammoliti
No son cifras de Ana Cecilia Pirsic
Om de Gabriela Fernández
Perros de Kris Niklison
Plato o Mierda de Toia Bonino
Por Nosotras de Micaela Elizabeth Montaño
Próceres de Carolina Gil Solari
Rita La Salvaje de Valeria Massimino
Sentirse bien de Danisa Munguia
Ucha de Marina Glezer
Veo Veo de RAMA
Virus de Emi Castañeda
Vuelo a Madrid de Fremdina Bianco
El jurado de la Competencia de Cortometrajes estará integrado por destacadas figuras del campo audiovisual: la actriz Cecilia Roth, la productora y miembro fundadora de la Mujer y el Cine Lita Stantic, la Directora Artística del Festival de Mar del Plata Cecilia Barrionuevo, la directora Andrea Testa y la actriz y directora -y miembro también de la Asociación- Victoria Carreras.
Por su parte, habrá también WIP (Work in Progress) en competencia buscando ganar los premios para finalizar sus filmes.
La sección Panorama contará con ocho producciones estrenadas durante 2020:
Escribir en el aire de Paula De Luque
Hacer la vida de Alejandra Marino
Historia de Verano de Gabriela Guillermo e Irina Raffo
Las Furias de Tamae Garateguy
Lo habrás imaginado de Victoria Chaya
Mamá, mamá, mamá de Sol Berruezo Pichon-Riviere
Río Turbio de Tatiana Mazú González
Trópico de Sabrina Farji
Premios:
Competencia de cortos:
PREMIO FUNDACIÓN UNIVERSIDAD DEL CINE $100.000
Premio La Mujer y el Cine $50.000
Premio Argentores al Mejor Guión de Cortometraje $50.000
Premio Sagai Mejor Actriz y Mejor Actor $20.000
Premio Cine.ar adquisición
Premio ACCION, Claqueta ACCION Mujeres del Cine a Cortometraje con Perspectiva de Género
Premio Eda: un ejemplar del primer libro de EDA, Entre Cortes, un ejemplar del próximo libro de EDA La primera mirada, conversaciones con montajistas de Argentina y diploma.
Competencia WIPS de largometrajes:
Premio Universidad del Cine: DCP y Corrección de color
Premio Pomeranec música & sonido: 40 hs. de pre-mezcla de sonido
Premio La Burbuja: 40 hs. de edición de sonido y consultorías con Martín Grignaschi
Premio Haddock Films: $30.000
Premio Translatearly: traducción y subtitulado del film
Premio FilmsToFestivals: servicio de distribución en festivales nacionales e internacionales
“La Mujer y el Cine, asociación que cumple 32 años, creada por mujeres comprometidas, se propone este año -más allá de la necesidad de adaptarnos al momento que estamos viviendo- , seguir adelante con sus Festivales de Cine realizados por Mujeres con todas sus secciones, más nuevas experiencias y con otras formas de comunicació –expresa una comunicación oficial-. Durante estos más de 30 años de Festivales transitamos la experiencia de sentirnos muy acompañadas y de recibir mucha solidaridad, al tiempo que fuimos desafiadas para reflexionar acerca de algunas cuestiones que nosotras a veces dábamos por sentadas y que nos fueron develando la complejidad del campo en el que nos movíamos.
¿Por qué hacer un Festival de Cine realizado por Mujeres? La respuesta parece simple, más allá de la cuestión principal de la equidad de los derechos.
Uno de los cuestionamientos frecuentes que se nos planteaba, era si existe tal cosa como una especificidad de la mirada femenina en la realización cinematográfica. Cuestiones tales como si basta ser mujer para ser portadora de una mirada de género sobre el mundo o, más complejo aún, si existe un modo de filmar propio de las mujeres que permitiera recortar ese universo narrativo del de los varones y que, por lo tanto, justificara hacer una muestra específica de mujeres.
Un prestigioso ensayista cinematográfico, nos planteó una vez que las mujeres no habían desarrollado una estética propia para narrar, como si diera por sentado que la condición de ser mujer presupone una suerte de ontología poética esencial universal. Es muy curioso esto en un campo como el de la creación, el de la expresión, donde precisamente el rasgo personal es el recurso básico del artista. Esa exigencia jamás se plantearía para el resto del cine, el mayoritario, el realizado por varones.
En tantos años, han sido miles las películas realizadas por mujeres que hemos visto para llegar a la selección de cada uno de nuestros festivales. Esas creaciones provenían de lugares tan disímiles cultural y económicamente como Mongolia Pakistán, Corea, Colombia, Francia, Palestina, Irán, Inglaterra, EEUU o Argentina. Países atravesados por realidades económicas, sociales y culturales distintas y en los que la situación social de las mujeres también expone diferencias importantes.
En nuestros propios debates como grupo surgía que lo que define el ser mujer es un campo de experiencias, es vivir la vida desde un lugar diferente, específico, particular, aún en lo común que el género entraña, y que esa especificidad deriva en perspectivas, en localizaciones, en puntos de vista, en observaciones acerca de los asuntos humanos que necesariamente estaban ausentes en el cine, sencillamente porque el cine era un mundo de hombres casi excluyentemente. La presencia de mujeres en ese mundo nos da la posibilidad de acceder a nuevos y variados universos personales y sociales, a las diferentes visiones sobre la condición de la mujer en particular y sobre la condición humana en general.
Y que eso nos iba a enriquecer a todos, no solamente a las mujeres. De modo que a nosotras nos interesaba y nos sigue interesando aún hoy, justamente, esa diversidad expresiva, esas diferentes poéticas y estilos que producen las mujeres cuando crean, más allá de las temáticas que aborden, pero que contienen la experiencia común de ser mujer, de contar el mundo desde ese lugar particular que inexorablemente nos modela y nos habita. Otra línea de impugnación que nos alcanzaba, ¿por qué realizar acciones positivas en favor de un grupo?.
En primer lugar, las mujeres no somos un grupo, somos la mitad de la humanidad. Y esa mitad estuvo ausente del discurso cinematográfico o sólo excepcionalmente presente durante más de medio siglo.
Cuando empezamos, hacia finales de la década del 80, en todo el mundo sólo el 5% del cine estaba dirigido por mujeres. Hoy no creemos que supere el 30%, aún en nuestro país, donde se produjo una verdadera explosión de realizadoras por una combinación de factores.
La Mujer y el Cine seguramente hizo su modesto aporte a través del estímulo permanente con los concursos de corto y video y con los festivales. Estímulo para la realización y espacios para la difusión. Sin duda, en nuestro país, impactó muy positivamente la expansión inusual de las escuelas de cine.
En Argentina hay más de 12 mil estudiantes con una altísima participación de mujeres.
Y por último, otro eje de impugnación (el más paradojal de todos): se nos ha dicho que un riesgo al realizar estos festivales es el de caer en la creación de un gueto. Sabemos que los guetos se crearon para cercar, para encerrar, para separar.
Contrariamente, la acción de La Mujer y el Cine a través de sus festivales y concursos, ha sido la de hacer circular, la de exhibir estas obras, la de difundirlas, la de sacar hacia afuera, para romper, precisamente, la alambrada del silencio o el anonimato, para que estas creaciones de las mujeres fueran vistas por todos: mujeres y varones, de todas las edades, aquí y allá, hasta donde nuestros modestos recursos nos permitieran difundirlas.
Lejos del gueto, cerca del público, que nos honró con su presencia consecuente, curiosa y agradecida. Por eso este año, tan particular, la decisión de hacer nuestro festival online nos desafía una vez más, a ser creativas y entusiastas, habitando la plataforma virtual que se convertirá en nuestra sede 2021”.