Gastón Solnicki llevó al 75º Festival Internacional de Cine de Venecia, fuera de concurso, “Introduzione all’oscuro”, en la que él mismo se graba recorriendo las calles de Viena buscando el recuerdo de su fallecido amigo Hans Hurch, antiguo director de la Viennale. Hoy, jueves 6, Solnicki presentó la película en conferencia de prensa: “Hurch murió repentinamente. Era una figura paterna para mí. Comencé con esta experiencia personal y hice una película fantasmal e íntima”, describió el realizador.
“En la película, si bien hay una oscuridad sin duda, también hay una celebración de la vida. Tiene más bien esa clave que los lugares comunes de la muerte”, había detallado en una entrevista con la agencia Efe.
Como en “Kékszakállú” (2016), que obtuvo el premio Horizonte de la crítica en Venecia, Solnicki realizó un proyecto sin guión, sin saber de antemano su estructura dramática, elaborado a partir de sus vivencias. En este caso, de su relación con la música. “Todas mis películas tiene conexiones importantes con la música: los títulos vienen de composiciones. “Introduzione all’oscuro”’ es el título de una pieza de Salvatore Sciarrino”, comentó en su charla con los medios de prensa.
El realizador está trabajando en un proyecto llamado “Electrocute”, basado en experiencias familiares, que se rodará en Buenos Aires, en la que contará el periplo una joven estudiante de medicina con un problema cardíaco que debe atravesar las complejidades de la ciudad.
La estada de Solnicki en Venecia, además, tiene otro motivo: fue elegido como miembro del jurado internacional del Premio “Luigi di Laurentiis – León del Futuro”, que se otorga a la mejor ópera prima dentro del certamen.