-Eduardo Calcagno habla sobre Ulises, un alma desbordada, su film en homenaje a Ulises Dumont, que participa en el festival de cine de La Habana.
Fueron apenas cinco películas, de las más de ochenta en las que actuó. Las suficientes para profundizar un vínculo que trascendería lo cinematográfico, para convertirse, esencialmente, en amistad. Esos cinco films son la base de Ulises, un alma desbordada, el documental con el cual el director Eduardo Calcagno rinde homenaje a Ulises Dumont, protagonista de aquéllos títulos fundamentales del realizador. La película, estrenada en Buenos Aires el mes último, participa en el 36° Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano que acaba de inaugurarse en La Habana, Cuba.
“Ulises siempre fue para mí un personaje que debería quedar en la historia y no ser una víctima del olvido como la mayoría de los buenos actores argentinos. Era además mi gran amigo. Y en 2008, cuando él fallece, surgió en mí la necesidad de hacerle ‘mi homenaje’, que con el tiempo fue tomando forma en este documental”, cuenta Eduardo Calcagno, quien siendo periodista de espectáculos conoció a Dumont “en una de esas largas trasnoches de bohemia” en bares de Buenos Aires.
Nunca dejes de empujar, Antonio, un mediometraje de 1978, fue el puntapié inicial de la filmografía compartida por el cineasta y el actor. Después vendrían los largos
Los enemigos (1983), Te amo (1986), El censor (1995) y Yepeto (1999). Calcagno toma fragmentos de esos films para elaborar un sentido retrato del artista y de su mundo personal, facetas que además enriquecen con sus testimonios amigos y compañeros de trabajo de Dumont, como Carlos Gorostiza, Tito Cossa, Mauricio Kartun, Norman Briski, Esther Goris, Emilio Disi y el “Ancho” Rubén Peucelle, además de los hijos del actor, Enrique y Julia Dumont, también entrevistados en este documental.
“Traté de meterme en Ulises a través de los personajes que trabajamos en mis películas, porque ellos tenían mucho que ver con nosotros dos. Y por supuesto surge la pregunta:¿Hasta dónde esos personajes eran ‘personajes’ o eran él mismo…o yo?. Es llamativo que a todos los que trabajamos con él (Cossa, Gorostiza, Kartun) nos pasa lo mismo: en el momento de la creación de una obra y de la búsqueda de un actor, aparece la figura de Ulises como irreemplazable”, reflexiona Calcagno.
-¿Se modificó tu mirada sobre Dumont al hacer este film?
- Si me permitís, voy a jugar con la respuesta: a partir de hacer esta película, cambió la mirada hacia mi. Descubrí que hacer una película sobre la vida de alguien que uno ama, es inevitablemente hacer una película sobre uno mismo.
¿Qué anécdota o situación vivida con él recordás especialmente y no es parte de la película?
- Ulises también odiaba. Y fundamentalmente a los productores de cine. Una vez vino a la filmación de Los enemigos (aunque él ese día estaba libre) a trompear al productor, porque si. Otra vez, en medio de un partido de fútbol, le pegó una piña en un ojo al referí. Bueno… había una cierta desmesura en algunas de sus apreciaciones íntimas.
-¿Qué te diría él respecto del documental?
- No estaría de ninguna manera de acuerdo con la realización de este film. No me perdonaría haberme metido en su intimidad, después de que él la preservó toda su vida.
De Pinamar a La Habana
Tras una
proyección especial en la última edición de Pantalla Pinamar, muestra de la que Dumont fue padrino, Ulises, un alma desbordada, se estrenó a comienzos de noviembre en el Espacio Incaa Km 0 (ex Gaumont). Este mes, la película concursa en el 36° Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, que acaba de inaugurarse en Cuba, y al que tanto el actor como el cineasta viajaron con sus películas en varias oportunidades. “Proyectar allí este film será una forma de devolverle al festival y al público cubano, el enorme cariño que siempre han manifestado ante nuestras películas, y especialmente por Ulises Dumont”, concluyó Eduardo Calcagno.
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Entrevista: Julia Montesoro