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Todo el cine y la producción audiovisual argentina en un solo sitio

DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Lola Arias exhibió «Teatro de guerra» en San Sebastián, que anunció su presencia en el Festival de Gijón

Una colaboración entre el Festival Internacional de Cine de San Sebastián y el de Gijón con la idea de establecer una serie de puentes y evitar la competencia salvaje con las premieres, se estableció en el marco del Zinemaldia.

Los directores de ambos festivales, José Luis Rebordinos y Alejandro Díaz Castaño, presentaron este nuevo proyecto que comenzará con cinco películas que están ahora en el Zinemaldia y que posteriormente irán al FICX.

Una de ellas será Teatro de guerra de Lola Arias, que se presenta en Zabaltegi-Tabakalera. Otros tres títulos, de los cinco elegidos (se esperaban los permisos para la quinta) son High Life de Claire Denis de la Sección Oficial, Nuestro tiempo de Carlos Reygadas de Horizontes Latinos y Der Läufer de Hannes Baumgartner de New Directors.

El criterio de selección fue que las películas no participaran de la Sección Oficial, y de cumplir el equilibrio entre cineastas más y menos conocidos. Por eso fue elegida la ópera prima de Lola Arias. La película, que reflexiona sobre las consecuencias de este conflicto sobre los veteranos de ambos bandos, cediéndoles el protagonismo a ellos mismos, fue exhibida en el festival, con la presencia de la directora.

“Durante dos años emprendí una investigación, entrevisté a 70 veteranos de los cuales se eligieron a los seis protagonistas que se convertirían en actores de sus propios personajes, y que finalmente se juntaron en Buenos Aires en el año 2016 para ensayar la obra de teatro y comenzar a filmar la película”, recuerda la realizadora. La obra de teatro se estrenó antes y se mantiene todavía en cartel con notable éxito de público. En estos días está en Buenos Aires, y dentro de dos semanas se presentará en Japón. Esto permitió que los propios ensayos y representaciones pasaran a formar parte del film.

Por eso, la película, siendo un documento que recoge las experiencias en la guerra de una serie de participantes en la misma, por el hecho de que éstos se conviertan en intérpretes de una obra guionada, con una determinada puesta en escena, y en la que no se esconden los mecanismos de representación, va mucho más allá del documental.

“Mi intención era doble: por un lado, la película muestra el proceso de creación de una obra artística, exponiendo abiertamente los mecanismos de representación; y por otro, recoge el esfuerzo de los propios veteranos: cómo se conocen entre sí, cómo se comunican, cómo se van formando como actores para representar sus propias vivencias… Esta película quiere romper con ese documental que captura un testimonio fijo en el tiempo haciendo de los personajes un objeto de representación por parte del autor, para convertirlos en sujetos autónomos con capacidad de decisión. Quiero que los protagonistas sean parte activa de la creación artística”, explica Arias.

El film es un documento alejado del canon del documental clásico, que recoge las experiencias y sentimientos reales de quienes participaron en la guerra. Y revisa los recuerdos y las conclusiones de quienes no lo hicieron. “Yo pensaba, como la mayoría de la población porque los soldados eran conscriptos, que los que más habíamos sufrido la guerra éramos los argentinos. Luego de encontrarme con muchos veteranos ingleses, fue una sorpresa descubrir que el trauma y la experiencia radical de una guerra y las secuelas son tanto para los profesionales como para los no profesionales. Lo descubrí a lo largo de la película. De hecho, la película vuelve una y otra vez sobre la historia de un inglés, alguien que dispara en una trinchera, que va a ver ese cuerpo que está muriendo y en el último momento de vida, esa persona -ese argentino que muere- le habla en ingles. Y dice “hubiera preferido que nunca me hablara en inglés”. Porque en realidad lo que dice es que hubiera preferido nunca haberse reconocido en el otro. Nunca haberse encontrado en esta situación de encontrar al enemigo como un igual. Por eso se pudo hacer 35 años después. Se puede ver lo que la guerra hizo con esas personas. Como es encontrarse con ese enemigo que es otro”.

Julia Montesoro, desde San Sebastián 

 

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